La resucitación cardiopulmonar o RCP consiste en comprimir el corazón para hacer circular la sangre hacia todos los órganos vitales al mismo tiempo que se da a la víctima respiración boca a boca para proporcionarle oxígeno.
El desfibrilador 350P brinda al rescatista instrucciones en tiempo real en relación con las compresiones, con señales auditivas como “Compresiones correctas” o “Presione más fuerte”, “Presione más rápido” y “Presione más lento”. Estas instrucciones también aparecen en la pantalla del dispositivo para garantizar que el rescatista realice la RCP más eficaz posible.
En el software viene incorporado un cardiograma de impedancia (ICG, por sus siglas en inglés), que orienta al usuario sobre la fuerza o la velocidad de las compresiones requeridas para la víctima. El ICG mide los cambios de impedancia en la cavidad torácica, lo que determina la eficacia de la RCP. Debido a que el flujo sanguíneo está relacionado con la velocidad y la fuerza con la que se aplican las compresiones, el 500P puede guiar al usuario tanto en cuanto al ritmo como en cuanto a la profundidad.
Después de recibir la instrucción “Inicie la RCP”, se oirá una señal sonora para indicar la cadencia apropiada de compresión y ayudar al rescatista a mantener el ritmo mientras realiza las compresiones. El objetivo es oír el mensaje “Compresiones correctas” y ver el color verde en el indicador mientras se realiza la RCP usando el 500P.
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